La educación: apuesta segura.

Todos en el mundo deben tener acceso a la educación. Y no solo a cualquier educación que les enseñe a leer y escribir, sino a una que sea abarcadora y de alta calidad, para llegar a la vida profesional con todas las herramientas posibles.

Cuando somos pequeños vamos a la escuela porque es obligatorio, pero luego se convierte en una necesidad de conocimiento y sed de mejorar. Los gobiernos de muchos países invierten grandes sumas de dinero en tecnologías que los jóvenes puedan aprovechar. Por ejemplo, muchas escuelas compran computadoras como la macbook air de segunda mano para contar con un buen equipo que no les cueste tanto. También compran televisores, instalan internet y se mantienen al tanto de los avances para propiciar el mejor clima posible para los estudiantes.

Los estudios de posgrado son de gran importancia también, ya que representan la continuidad de una gran inversión que es la educación superior. Existen diferentes opiniones respecto a la educación superior, debido a que muchos consideran que poseer un título universitario no representa una gran ventaja. Dependiendo del lugar y de las posibilidades de empleo, puede que tengan razón, pero a la larga tener un título es una ventaja en el mercado laboral actual. Por supuesto que los conocimientos prácticos son muy cotizados también, pero ambos no son necesariamente excluyentes. Se puede obtener un título y al mismo tiempo trabajar para ganar experiencia.

La educación proporciona conocimientos. El conocimiento es poder, es una herramienta que siempre va a ser útil en cualquier lugar del mundo. Para cualquier empresa, compañía o negocio, es muy importante contratar a personas capaces, las cuales no siempre son las que ya tienen experiencia laboral.

Cuando se invierte en la educación, se invierte en el futuro. Es una inversión que quizás demore un poco en dar sus frutos, pero es una apuesta segura. Cada día la educación es más cara, por lo que las personas que tienen acceso a ella se esfuerzan al máximo para no desperdiciar ni un solo centavo, y cada día los profesionales son más competentes y capaces. Esto, a su vez, crea mayor competitividad a la hora de encontrar empleo, por lo que los empleadores buscan la diferencia en el nivel de escolaridad y en la calidad de los estudios cursados.

No cabe duda alguna que haber dedicado 10, 12 o 15 años de la vida a estudiar es un sacrificio que no todos hacen, y no todos saben valorar. Por eso muchas personas con un alto nivel escolar prefieren esperar hasta encontrar un trabajo acorde a su nivel en vez de conformarse con lo primero que aparezca. Eventualmente, ese trabajo soñado aparecerá si se pone suficiente empeño y dedicación en la educación.